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De autor anónimo del siglo XVIII, en técnica
de óleo sobre lienzo la pintura "Virgen del Cerro" es la de mayor
trascendencia iconográfica del Museo de la Casa de Moneda.
Esta obra, de otro lado pone en evidencia la influencia del barroco hispanoamericano pero con una expresión propia de la región que sintetiza la historia, las religiones del nuevo mundo y los conquistadores, las costumbres y hasta la naturaleza. El autor ha querido representar y lo logra con creces mostrar la coronación de la Virgen María inserta en el Cerro Rico cuya riqueza de plata originaba la conjunción de dos culturas en todos sus aspectos. En la parte superior, la Santísima Trinidad, representada
por tres figuras diferentes, participa de la coronación: El Padre
Eterno vestido con capa pluvial, el Hijo mostrando los ornamentos del
sacerdote pare la misa y el Espíritu Santo personificado por
una paloma. A derecha e izquierda se hallan los arcángeles: San
Miguel. con una cruz y espada en las manos y San Gabriel, sosteniendo
un corazón.
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Esta escena celestial esta dividida de la terrenal por un rompimiento
de gloria, representado con nubes y querubines.
Los dioses de los incas, Inti (Sol) y Quilla (luna) también presencian la coronación. En la parte inferior de la pintura, la escena terrenal muestra varias alegorías; el origen del nombre de la ciudad de Potosí, interpretándose que Huayna Capac, Emperador de los incas, llegó en el año 1462 al sitio que ahora ocupa la ciudad y quedo maravillado al observar el cerro que se conocía como Sumaj Orcko (Cerro Hermoso), ordenando a sus vasallos explorar la montaña. Al cumplir ellos la orden, escucharon el estruendo "Potojsi", de ahí deriva el nombre Potosí. |
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En otra alegoría se representa el descubrimiento de la plata
del Cerro Rico, en el año 1544, cuando el indígena Diego
Huallpa, según otros, apacentaba sus llamas en el lugar que
hoy ocupa la villa. Cierto día, algunas llamas se alejaron hacia
la montaña, extraviándose una de ellas. Huallpa tuvo
que pasar la noche en el cerro y por el frío encendió una
hoguera con keñua y pajas bravas que crecían allí.
Al día siguiente, grande fue su asombro al descubrir pequeños
hilos de plata que el calor había derretido.
Aparecen también en la pintura en la parte inferior, autoridades civiles y religiosas que agradecen a Dios por la riqueza del cerro. A la izquierda se ve un Papa, un Cardenal y un Obispo. A la derecha. están el Emperador Carlos V y un Caballero de Santiago y el donante. En medio de ellos. un círculo con una ciudad, probablemente Potosi, que en esa época fue el centro de la economía y el poder del mundo. Otra versión indica que era el mundo a los pies de la riqueza del Cerro. |