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El arte durante el virreinato recibe tres influencias
importantes: la italiana, protagonizada por pintores portadores del
Renacimiento tardío; el manierismo, que es perceptible en la
delicadeza del tratamiento de la corriente flamenca a través de
pinturas y también con grabados en estampas y libros ilustrados
y la influencia española se halla en los trabajos de Zurbaran,
Murillo y Valdes Leal, que enviaron sus obras a América y luego
por la presencia de algunos pintores peninsulares.
Los estilos o técnicas del arte en el periodo colonial no
se puede dividir claramente porque perviven arcaismos que se
prolongan de un periodo a otro o que permanecen en forma constante.
Esta primera etapa comprende desde mediados del siglo XVI y se extiende
hasta
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La segunda etapa que corresponde al barroco se sitúa entre
los años de 1630 a 1700 caracterizándose por la influencia
española que introduce el tenebrismo, el dramatismo y el dinamismo.
Una característica notable es que la pintura pasa a manos
de artistas mestizos e
Con la repercusión de la plata del Cerro Rico surge la Escuela Potosina, mientras que en otras regiones de América irrumpen la Escuela de La Paz o del "Collao", la Escuela del Cuzco en Perú y la Escuela de Quito en el Ecuador. La Escuela Potosina durante el siglo XVII muestra cierto tenebrismo, ya que los temas se centran en la figura humana, de influencia netamente española. Sus principales representantes son Francisco de Herrera y Velarde, Francisco López de Castro y el renombrado maestro Melchor Perez Holguín. Posteriormente en el siglo XVIII Gaspar Miguel de Berrio y Luis Niño, alcanzan un prestigio notable. |
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La tercera etapa llamada "el barroco mestizo' se desarrolla
de 1700 a 1790. Se evidencia una disminución de la influencia
europea y española ante todo y surgen con ímpetu los valores
nativos mezclados con los aportes del arte europeo, dando nacimiento
al barroco mestizo que es la expresión máxima del arte americano.
Es en esta canturía la pintura potosina alcanza su más s alto nivel gracias al pujante trabajo de artistas de talento que producen una serie de obras religiosas . Los talleres aumentan su producción, aparecen pinturas anónimas y el arte se extiende a la población. También este periodo sirve pare desarrollar temas peculiares de la pintura andina, como las vírgenes triangulares, donde se representan esculturas y estas a su vez muestran el sincretismo culturalmente la Virgen María Madre y la divinidad prehispánica de la "Pachamama" o Madre Tierra. La Virgen de Copacabana, del Rosario, de Pomata, la de Sabaya, de Guadalupe y otras son ejemplos magníficos. Entre otros temas sobresalen la representación de alegorías del triunfo de la iglesia sobre el paganismo y las herejías, triunfos inspirados en la literatura del siglo de oro español y sus postrimerías De toda esta evolución el Museo de la Casa de Moneda guarda un tesoro de 722 pinturas en varios ambientes |