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La historia y la evolución de los retablos son llamativas. Aparecen por primera vez en Occidente en su forma más simple
con los primeros cristianos que los utilizaron para decorar sus altares
donde desarrollaban actos litúrgicos. Con el paso del tiempo este
trabajo fue creciendo junto a la arquitectura. hasta llegar
a convertirse en verdaderas obras de arte.
Su decoración cambia desde su creación hasta llegar
al siglo XVIII, dependiendo del estilo imperante en cada época.
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A partir de esta época comienzan a expandirse notablemente
en las colonias del Nuevo Mundo, asentándose en el siglo XVII arquitectos
y ensambladores atraídos por la plata del Cerro Rico. Empiezan a
trabajar en diferentes regiones ornamentando templos con mucho lujo y dominio
en este arte.
En el siglo XVIII en la Villa Imperial numerosos retablos que aunque no introducen innovaciones en lo estructural y lo arquitectónico, avanzan bastante en la decoración. Poco a poco son incorporados elementos propios del estilo mestizo. Se recurre a la flora y fauna y se revalorizan temas mitológicos clásicos del manierismo como sirenas, tritones y delfines. sin olvidar los motivos precolombinos como monos y pumas. De esta época donde la ejecución de los retablos alcanza su más alto nivel. En estas salas se exhiben dos muestras que corresponden a la desaparecida congregación de Las Recogidas y a la antigua iglesia de San Bernardo. Son retablos, exponentes de los siglos de esplendor de la vida potosina. En otros templos se cuenta con admirados trabajos en esta manifestación artística. |